Preguntas frecuentes
Los que no se han familiarizado aún con la metodología suelen tener objeciones y preguntas. Aquí encontrará algunas de las más frecuentes. ¿Otras dudas? ¡Contácteme!
¿Realmente tiene sabiduría la minoría?
Nada tiene significación propia. Somos los humanos que le dan sentido a nuestro entorno y a lo que pasa. Cada perspectiva trae un punto de vista y un valor determinado. Si nos negamos a escuchar ciertos puntos de vista o personas, se sentirán excluidas y frustradas; de este modo se generan malentendidos y rencores, dando lugar a equipos resentidos. Eso no solo perjudica la calidad de las decisiones, sino genera también un ámbito tóxico que disminuye la voluntad para colaborar y participar. Es un arte saber escuchar a todos e identificar las preocupaciones y percepciones que se esconden en los comentarios. Si todo se saca a la luz, en conjunto podremos tomar la mejor decisión posible. La Democracia Profunda busca incluir la perspectiva/mirada/conocimiento de la minoría en la toma de decisiones para que no se pierda esa posibilidad en una discusión.
¿Pero qué pasa entonces con los líderes en el proceso de toma de decisiones?
Según la posición dentro de una organización, los líderes son responsables de la forma en la que se ejecutan las tareas, cómo se logran los objetivos y los resultados. Hay diferentes maneras de gestionar esa responsabilidad. La Democracia Profunda permite facilitar, sobre todo, el proceso grupal, entrando en un liderazgo de servicio y participativo. Los líderes ponen los límites claros y a la vez permiten a su gente tomar decisiones dentro de ese espacio. Esa forma de trabajar invita a tomar decisiones conscientes sobre preguntas como: ¿Quién puede participar? ¿Quién debe ser parte de cual conversación? ¿Quién participa en la toma de decisiones?
La técnica de Democracia Profunda da mucha solidez a los líderes, genera más compromiso del equipo, y mejora la calidad de las decisiones. El grupo encontrará soluciones de manera más expeditiva, identificando los puntos clave y hablándolos con seguridad y claridad.
Pero una organización no es una democracia. Todas las voces no aportan el mismo valor, ¿verdad?
¡Si! Dentro de una organización hay diferentes roles con diferentes responsabilidades. No todos están autorizados para tomar una decisión. La intención de la Democracia Profunda no es convertir cada organización en una democracia. El método es “democrático”’ porque busca con sinceridad conocer la opinión y las ideas de cada uno pero no para que se vote sobre cada cosa. Como mejora el flujo de información dentro de la jerarquía y entre los (sub)grupos, la calidad de las decisiones suele mejorar mucho. Y eso aporta mejores resultados.
En una cultura laboral inclusiva se toman decisiones con la gente, y no sobre la gente. En una cultura inclusiva se valoran y se utilizan todo los talentos y puntos de vista. Eso fomenta una actitud de compromiso y de proactividad.
¿Eso no toma muchísimo tiempo?
La idea no es que todos sean siempre parte de cada una de las decisiones a tomar. Eso crearía caos y demostraría falta de liderazgo. No se trata de invitar “a cada uno a decir todo”, sino de generar un ámbito en el que “lo que se tiene que decir, pueda ser dicho y escuchado”. Se trata de generar confianza para que eso suceda. Es decir que puedan ser expresados los diferentes puntos de vista. Le Democracia Profunda también ayuda a generar más transparencia sobre quién puede decidir sobre qué, y de qué manera. Eso ahorra mucho tiempo valioso. No subestime el tiempo que se suele perder en peleas, juegos de poder, y vueltas eternas en discusiones no-efectivas. Al principio, puede ser que la Democracia Profunda tome un poco más de tiempo pero eso se recompensa tranquilamente con el compromiso que se genera y la alta calidad de las decisiones. Hace crecer una responsabilidad grupal.
¿Será útil para nosotros esa técnica?
La Democracia Profunda se usa en el mundo entero pero existen algunos aspectos culturales que hay que tener en cuenta para una mejor aplicación. El Método Lewis se enfoca mucho en invitar a la gente a expresar con claridad sus ideas, opiniones y sentimientos. En algunas culturas (organizacionales o nacionales) eso será más o menos común. Si la gente no está acostumbrada a expresarse, tardará un poco más en ponerse cómoda. La facilitación pone mucho énfasis en generar un ámbito seguro para expresar opiniones diferentes en una forma respetuosa y aliñada con cada cultura.