Si esa fuera nuestra actitud podríamos llegar muy lejos y descubrir caminos nuevos e innovadores. ¿Cómo se logra? ¿Cómo haces que no sean siempre los mismos quienes participen? ¿Cómo hacer para que todas las perspectivas sean mencionadas? ¿Cómo hacer para que lo colectivo prevalezca sobre los egos individuales?

Gran parte del trabajo organizacional consiste en “tomar decisiones”’ y lograr que esas decisiones sean respetadas. Sin embargo, la forma en la que solemos tomar decisiones no siempre es la más efectiva y eso hace que indirectamente frenemos y saboteemos el trabajo grupal.

La Democracia Profunda es una forma de mirar y a la vez una técnica que hace visible la corriente subterránea del grupo y da herramientas para trabajar con ella. Permite investigar temas en conjunto, de forma respetuosa y eficaz. Usando el diálogo y la discusión. Integrando las contradicciones como parte del conocimiento que tiene el grupo. Aplica la toma de decisiones con apreciación y atención a los distintos puntos de vista. Al tener decisiones que incorporan los saberes de todos, el equipo se vuelve más comprometido, decisivo y fuerte.

Christien facilita con el Método Lewis de la Democracia Profunda. Esta metodología fue desarrollada por Myrna Lewis en el ámbito profesional, en Sudáfrica, después del Apartheid. Equipos y organizaciones que adoptan esta metodología se vuelven más eficaces. Brinda un espacio fértil para la toma de decisiones inclusivas, la co-creación y un cambio sustentable. Promueve un liderazgo positivo y participativo. Invita a una colaboración desde el coraje y la creatividad, donde se confrontan las diferencias, se encuentran similitudes, se facilita la participación articulada y creadora de todos, para alcanzar la unificación de visiones, acciones y decisiones colectivas.

¿Qué es Democracia Profunda?